Entramos en periodo de Semana Santa y las torrijas están por todas partes: casas, panaderías, pastelerías, restaurantes, etc. todo el mundo se quiere sobrepasar preparando la mejor torrija del mundo.
En muchos países del mundo las torrijas son parte de la cocina de aprovechamiento, pero en España se fabrica un pan especial para las torrijas. Antagonismo total en relación a una tradición de ahorro durante la cuaresma.
Las torrijas se inventaron para utilizar el pan seco, para no tirarlo y eso siempre iba acompañando eventos religiosos cristianos. Al principio se hacía justo después de la epifanía, para utilizar las sobras de pan de las fiestas navideñas, luego en varios países las torrijas se hicieron para los carnavales y ahora la torrija es estrechamente unida a la Semana Santa, por lo menos en España.
La receta cambia un poco según los países pero la base es la misma: transformar el pan seco en un postre rico, añadiéndole huevo, leche, azúcar o sirope, friéndolo o cociéndolo al horno tal como un bizcocho que luego se corta en lonchas.
En Canada, hablamos de «pan dorado» tradicionalmente servido con jarabe de arce. En Holanda, la torrija se llama «gewonnen brod» (pan ganado) para identificar el hecho de que es pan recuperado. En Francia se llama «pain perdu» (pan perdido). En Inglaterra hablamos de «bread and butter pudding». (pastel de pan con mantequilla)
En Estados Unidos lo llaman «French toast» (tostada francesa) y en Mejico «Pan francés».
Argentina y Uruguay se prepara la misma receta que en España y allí se llama «Torreja».
En Suiza, la torrija es la «croûte dorée» (crosta dorada) y en Alemania hablamos de «Armer Ritter» (caballero pobre) lo que correspondería en Español a «ropa vieja» que significa arreglar una comida con ingredientes baratos o sobras. En Portugal, la torrija es un postre típico de Navidad, llamado «rabanadas».
La torrija tiene mucho futuro todavía ya que las tendencias culinarias la integran en los postres los más finos de los restaurantes de lujo.
Hay que reconocer que las adaptaciones modernas dan mucho de si, y que una buena torrija acompañada de una bola de helado, una fruta fresca rica, rellena con crema, flambeada con run, acompañada de vino de Málaga o aromatizada con flor de azahar es todo un arte…
(La foto es una cortesía de mi tocaya Evelin Sanchez Jurado. Se lo agradezco ya que no tenía foto mía para acompañar mi articulo)